(Basada en el libro Psicología, UAP, edición especial de la Facultad de Psicología que apareció en 1994. También tomada de la Revista "Tiempo Universitario", Año 3/ No. 14, H. Puebla de Zaragoza a 14 de septiembre de 2000)
Aunque la psicología como área del saber ya se enseñaba en México desde 1896, no es sino hasta los primeros años del presente siglo que se observa una preocupación creciente por dicha ciencia, tal como lo ponen de relieve las instituciones que surgen para el estudio de la misma, y la notable cantidad de trabajos de psicología que editan en esa etapa.
Si bien la psicología nace y se desarrolla al calor de las instituciones de educación superior, es de subrayar que paralelamente a esta situación crece el interés por ella entre los educadores y pedagogos, una vez que se percatan de los inmensos beneficios que trae consigo para su desarrollo profesional.
La psicología en México se ha desarrollado bajo el influjo de la europea y la norteamericana. En una primera etapa es sumamente notoria la influencia de la psicología francesa (Janet, Pierín, Ribot, etc.), y de la alemana (Wundt y Kulpe, y posteriormente Freud, Jung, etc.). Más adelante, en las décadas de los sesenta y los setenta, la influencia estadounidense desplaza de modo gradual a la europea.
En los años cuarenta y cincuenta, la psicología mexicana se asociaba principalmente al psicoanálisis, a la psiquiatría, a la fenomenología y a la psicometría, tendencias que serán superadas en los años siguientes, aunque sin dejar de ejercer una cierta influencia en la psicología del país.
Expansión de la psicología en México (1960-1981)
El periodo comprendido entre 1960 y 1981 se caracteriza por un notable auge de la psicología, tanto en lo que se refiere a sus aspectos teóricos como prácticos. Mientras que hacia la primera década aludida los psicólogos se limitaban principalmente a trabajar como auxiliares psiquiátricos y como aplicadores de tests, hacia la década de los ochenta ensanchan su radio de acción, actuando en áreas como la educación, las empresas, la industria, la vivienda, y en la investigación de fenómenos como el uso de las drogas.
No obstante, brillaban por su ausencia las investigaciones de carácter científico, y las aplicaciones de la psicología en campos más complejos.
En los últimos 20 años han surgido "nuevos psicólogos" que se esfuerzan por superar ese estado de cosas. Nos referimos sobre todo a los numerosos psicólogos que realizaron estudios de posgrado en universidades norteamericanas y europeas, y, en menor medida, en países de Europa Oriental como Rusia.
A grandes rasgos, el desarrollo de la psicología en nuestro país ha atravesado por las siguientes etapas:
1) La preocupación por crear una psicología científica;
2) La preocupación por crear una psicología "propia”, y
3) La preocupación por crear una psicología orientada hacia las necesidades de la sociedad.
Cada escuela de psicología va a entender y a tratar de cumplir estas tareas según su orientación.
Antecedentes del ejercicio del psicólogo en México.
La mayoría de los estudiosos de la historia de la psicología en nuestro país coinciden en señalar que un hito decisivo para el ejercicio profesional de dicha carrera tiene lugar en 1937, al crearse un grado académico para la obtención de la maestría de Psicología en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, iniciativa que habrá de convertirse en la base para crear la primera escuela de Psicología en México. A este momento podrá tomársele como el punto de partida de la Psicología como profesión y ciencia en nuestro medio.
En un principio, por impartirse la psicología sólo en la Facultad de referencia, los psicólogos se limitaban a trabajar como docentes en instituciones de enseñanza media. Empero, una vez que se crea la Escuela de Psicología de la UNAM, el campo de acción de dichos profesionistas se amplía a ámbitos como la orientación profesional y la psicología industrial.
Sin embargo, durante varias décadas se continuó relegando al psicólogo a tareas propias de un técnico, y no de un profesional. Se le restringía, así, al diagnóstico psicométrico (aplicador de pruebas), lo cual propiciaba que sus remuneraciones fuesen muy bajas.
Por razones diversas, al psicólogo mexicano no le era permitido prepararse en técnicas de psicoterapia, ni en las universidades, ni en las asociaciones que perseguían el objetivo de impulsar su superación profesional. Para ello se le exigía, por lo general, haber cursado la carrera de medicina, aspecto que limitaba su campo de acción.
El periodo comprendido entre 1960 y 1981 se distingue por un enorme auge de la psicología en muchos aspectos. Así, en diversas universidades del país se abre esta carrera, ingresando a ella una numerosa población estudiantil, y se generan nuevos campos de investigación y de aplicación de dicha ciencia.
Al promulgarse la nueva Ley de Profesiones y Servicio Social, se incluye por vez primera a la psicología como profesión, que requería de título y cédula profesional, y en consecuencia se le consideró susceptible de reglamentación en su ejercicio.
Situación actual de la psicología en México
En la actualidad, en el país existen alrededor de 40 instituciones de educación superior en las que se imparte la carrera de psicología.
Hacia 1995 había en México cerca de 16 mil estudiantes cursando dicha carrera, 12 mil de los mismos en instituciones públicas, y el resto en universidades privadas. En el año de referencia había alrededor de mil 133 profesores de psicología.
Entre las especializaciones que predominan en esta profesión están las de psicología clínica, psicología educativa, psicología clínica, psicología industrial, psicología experimental y psicofisiología.
En las universidades mexicanas se extienden los siguientes grados académicos:
a) Licenciado en Psicología (4 a 5 años de estudio);
b) Maestro en Psicología (dos años adicionales); y
c) Doctor en Psicología (dos años adicionales a la maestría)
Cada uno de esos grados académicos exige un trabajo de tesis.
En México existen las siguientes sociedades científicas de psicología:
1. Desde 1951, la Sociedad Mexicana de Psicología, que forma parte de la Sociedad Interamericana de Psicología y es miembro de la Unión Internacional de Psicología Científica.
2. Sociedad Mexicana de Análisis de la Conducta, desde 1976.
3. Sociedad Mexicana de Psicología Clínica.
4. Asociación de Psicólogos Industriales.
La Sociedad Interamericana de Psicología, aunque no tiene su sede en México, ha ejercido una influencia notable en la vida científica del país. Fundada en 1951, tiene miembros en América Latina, Estados Unidos y Canadá. Actualmente se prepara la formación de una "Unión Latinoparlante de Sociedades de Análisis y Terapia de la Conducta", en la que colaborarán sociedades de Latinoamérica, Canadá, España, Portugal, Francia, Italia y Bélgica.
Hoy en día se editan en nuestro país las siguientes revistas de Psicología: Revista de Psicoanálisis, Psiquiatría y Psicología, desde 1965; Revista Mexicana de Análisis de la Conducta, desde 1975, y la Revista de Enseñanza e Investigación en Psicología, también desde 1975.
En lo que concierne a la investigación en el campo de la psicología, a excepción de la UNAM, la mayoría de las universidades le han concedido muy poca importancia a esta área, aunque se vislumbran señales de que esta situación pronto se superar, tal como lo muestra la experiencia de la Facultad de Psicología de nuestra institución.
La Psicología es actualmente una disciplina sumamente útil para resolver y mejorar muchos problemas que tiene la complicada problemática humana. Quizás el aspecto más estudiado, tanto a nivel teórico como el práctico sea el clínico. La aplicación de la psicología a la educación; la psicoprofilaxis de situaciones críticas tales como la adolescencia, el parto, los duelos, la elección vocacional etc., constituyen terrenos sumamente propicios para el trabajo del psicólogo.
De colegio a Facultad de Psicología.
Al fundarse en abril de 1965 la Facultad de Filosofía y Letras de la UAP, uno de los colegios que la integraban era el de psicología (los otros eran los de historia, letras y filosofía).
Los fundadores de dicha Facultad decidieron crear la escuela de Psicología al considerar que ésta resultaba esencial para coadyuvar al desarrollo de los estudios humanísticos en la entidad, los cuales eran prácticamente inexistentes en ese periodo. Al mismo tiempo, pensaron que a través de dicha carrera nuestra institución podía contribuir a formar profesionistas que contribuyeran a dar respuestas a los grandes problemas y desafíos que se desprendían de la inserción del estado de Puebla en el vasto proyecto de industrialización que surge a nivel nacional a fines de los sesenta, del que se derivó la necesidad de formar a psicólogos —psicólogos industriales, clínicos, etc.— capaces de comprender las vicisitudes y complejidad de las sociedades industriales modernas, por un lado, y, por otro, a psicólogos que contribuyesen a resolver las necesidades planteadas por el desarrollo de la planta productiva.
Había, pues, una clara definición del perfil profesional del egresado de psicología. Lo que no existía era un plan de estudios adecuado, que correspondiese a dicho perfil, lo cual propició que durante los primeros cinco años de existencia del colegio se impulsaran diversos reajustes y modificaciones orientados a la búsqueda de la coherencia interna de las materias y a la delimitación de su extensión y profundidad.
La Reforma Universitaria abrió nuevos espacios democráticos y, sobre todo, delimitó nuevos caminos para la transformación académica. De este modo, poco a poco el colegio de Psicología se adentró por la senda del cambio, sin tropezones dramáticos. Entre los hechos que contribuyeron a que el colegio encontrara dicha senda destacan los siguientes: a mediados de los setenta se establece una separación académica entre los colegios que integraban la Facultad de Filosofía, lo cual permitió que cada uno de ellos resolviera de manera más adecuada sus problemas específicos. Por esos años, asimismo, las autoridades universitarias diseñan políticas encaminadas a profesionalizar la planta docente, mejorando los salarios y prestaciones. Del mismo modo, estimulan la consistencia interna de los planes de estudio, la elaboración de perfiles profesionales, y promueven la articulación entre la docencia, la extensión y la investigación.
En ese contexto, el colegio de Psicología reconoce la necesidad de transformar su plan de estudios, empero se le concede prioridad a la organización administrativa, creando las áreas social, educativa y clínica. En 1978 se crea la Academia de Maestros, con la finalidad de elaborar y discutir las políticas académicas y los contenidos curriculares de los programas.
La transformación del colegio en escuela, y posteriormente en facultad.
En los años ochenta surgen nuevos factores que obstaculizan el pleno desarrollo académico del colegio, entre los que sobresale el forcejeo constante de los docentes por lograr la supremacía política en el seno del mismo. Empero, tales obstáculos no logran frenar el anhelo de la comunidad por abrirle paso a un plan de estudios avanzado y moderno, promoviendo diversas iniciativas enderezadas a dicho objetivo. Entre las mismas, tenemos los trabajos "Notas para la fundamentación de un currículum alternativo del Colegio de Psicología", presentado por Enrique Recio A., y María Esther Martínez F., y el "Proyecto de revisión curricular del área social", elaborado por Rocío Oliveros H. Y Paulina Robles Cabral, que se presentaron en 1986.
Por otra parte, en febrero de 1987 la Academia de Profesores avala la integración de una comisión que se dé a la tarea de elaborar un proyecto de transformación del colegio, mismo que culmina en el proyecto "Análisis curricular para la transformación del colegio de Psicología".
En enero de 1988 inaugura formalmente sus actividades el Centro de Investigaciones en Psicología Social (CIPSO), que como parte de sus actividades publica en enero de 1989 el primer número de la revista “Alelon”.
En 1991, como resultado de la transformación de la Ley Orgánica de la UAP en Ley Universitaria —y del Estatuto correspondiente— el Colegio de Psicología experimenta una serie de transformaciones importantes, que contribuirán de manera decisiva a su consolidación académica. Así, el 2 de octubre del año de referencia, a solicitud del entonces director del Colegio, maestro Enrique Recio, el H. Consejo Universitario aprueba la propuesta de convertir a este centro de estudios en una unidad académica independiente, transformándose de esta manera en escuela. Pocos meses después, el 13 de mayo de 1992, el mismo H. Consejo Universitario aprueba la creación de la Maestría en Psicología Social, permitiendo así que la escuela de Psicología se convierta en facultad.
Paralelamente a esos avances, la Facultad experimenta cambios trascendentes que le permiten avanzar de manera notable en su desarrollo académico. Entre otras cosas se impulsa un nuevo plan de estudios para la licenciatura más coherente, actualizada y versátil, que incorpora las invaluables experiencias pedagógicas de la planta docente. Tal plan se pone en marcha en el segundo semestre de 1992.
Es de subrayar que, pese a los logros conseguidos, la comunidad de la actual Facultad de Psicología no "ha bajado la guardia" en cuanto a su afán de proseguir superándose académicamente. Por ello, existe consenso entre los miembros de la escuela acerca de la necesidad de revisar el plan de manera permanente, en aras de asegurar su vigencia.
Profesores que han ocupado la dirección de la Facultad de Psicología a partir de la separación de la Facultad de Filosofía y Letras
1992-1995. Psic. Enrique Recio Ávila quien es sustituido por el Psic. Manuel Muñoz y Vargas que concluye el periodo hasta marzo de 1996.
Por elecciones se designa al Psic. Rodolfo Espinosa Fuentes, para el periodo 1996-2000, en noviembre de 1996 por renuncia fue nombrado director interino el Psic. Arturo Meza Mijangos, cumpliendo un periodo de seis meses, ocupando su lugar el Psic. Fernando Turrent Rodríguez a partir de mayo de 1997 a febrero de 2000.
Por elecciones se nombra director al Psic. Fernando Turrent Rodríguez, para el periodo 2000-2004.
Por elecciones se nombra director al Psic. Alfredo Fernando Mauleón y Yunes, para el periodo 2004-2012.
Por elecciones se nombra director al Mtro. Vicente Andrés Martínez Valdés, para el periodo 2012-2020.
Actualmente a cargo de la Dirección se encuentra el Dr. José Luis Rodríguez Sánchez, para el periodo 2020-2024.
2018. Entrega el Rector Dr. Alfonso Esparza nueva sede para la Facultad de Psicología de la BUAP
A menos de un año de los daños causados por el sismo del pasado 19 de septiembre, los casi 3 mil estudiantes de la Facultad de Psicología de la BUAP cuentan con una nueva sede, el Edificio Silos, en 3 Oriente 1413. Cuenta con cuatro niveles, terraza, 25 aulas, sala de cómputo, biblioteca, cafetería, enfermería, áreas administrativas y de servicios, así como un elevador panorámico. Los espacios están amueblados y equipados, con luminarias led, sistemas de voz y datos, alarmas, detector de humos y sensores de movimiento, así como aire acondicionado en las aulas. El vestíbulo interior dispone de iluminación, a través de tragaluces. En su rehabilitación se respetó el acabado de los muros y el estilo arquitectónico original.
La biblioteca dispone de 15 mil 46 títulos y 11 mil 254 volúmenes, además de computadoras de acceso a diversas plataformas y tres bases de datos científicas de la American Psychological Association.
Por otra parte, el edificio conocido como Colegio San Jerónimo, en la 3 Oriente 403, seguirá siendo parte de las instalaciones de la Facultad de Psicología, el cual, una vez restaurado y adecuado con todas las medidas de seguridad, será destinado para el posgrado.
En compañía de funcionarios universitarios que se dieron cita en esta inauguración, el entonces director de esta unidad académica, Mtro. Vicente Martínez Valdés, externó su agradecimiento al Rector Alfonso Esparza, por la entrega de este inmueble funcional, acorde a las necesidades de la facultad.
Aunque la psicología como área del saber ya se enseñaba en México desde 1896, no es sino hasta los primeros años del presente siglo que se observa una preocupación creciente por dicha ciencia, tal como lo ponen de relieve las instituciones que surgen para el estudio de la misma, y la notable cantidad de trabajos de psicología que editan en esa etapa.
Si bien la psicología nace y se desarrolla al calor de las instituciones de educación superior, es de subrayar que paralelamente a esta situación crece el interés por ella entre los educadores y pedagogos, una vez que se percatan de los inmensos beneficios que trae consigo para su desarrollo profesional.
La psicología en México se ha desarrollado bajo el influjo de la europea y la norteamericana. En una primera etapa es sumamente notoria la influencia de la psicología francesa (Janet, Pierín, Ribot, etc.), y de la alemana (Wundt y Kulpe, y posteriormente Freud, Jung, etc.). Más adelante, en las décadas de los sesenta y los setenta, la influencia estadounidense desplaza de modo gradual a la europea.
En los años cuarenta y cincuenta, la psicología mexicana se asociaba principalmente al psicoanálisis, a la psiquiatría, a la fenomenología y a la psicometría, tendencias que serán superadas en los años siguientes, aunque sin dejar de ejercer una cierta influencia en la psicología del país.
Expansión de la psicología en México (1960-1981)
El periodo comprendido entre 1960 y 1981 se caracteriza por un notable auge de la psicología, tanto en lo que se refiere a sus aspectos teóricos como prácticos. Mientras que hacia la primera década aludida los psicólogos se limitaban principalmente a trabajar como auxiliares psiquiátricos y como aplicadores de tests, hacia la década de los ochenta ensanchan su radio de acción, actuando en áreas como la educación, las empresas, la industria, la vivienda, y en la investigación de fenómenos como el uso de las drogas.
No obstante, brillaban por su ausencia las investigaciones de carácter científico, y las aplicaciones de la psicología en campos más complejos.
En los últimos 20 años han surgido "nuevos psicólogos" que se esfuerzan por superar ese estado de cosas. Nos referimos sobre todo a los numerosos psicólogos que realizaron estudios de posgrado en universidades norteamericanas y europeas, y, en menor medida, en países de Europa Oriental como Rusia.
A grandes rasgos, el desarrollo de la psicología en nuestro país ha atravesado por las siguientes etapas:
1) La preocupación por crear una psicología científica;
2) La preocupación por crear una psicología "propia”, y
3) La preocupación por crear una psicología orientada hacia las necesidades de la sociedad.
Cada escuela de psicología va a entender y a tratar de cumplir estas tareas según su orientación.
Antecedentes del ejercicio del psicólogo en México.
La mayoría de los estudiosos de la historia de la psicología en nuestro país coinciden en señalar que un hito decisivo para el ejercicio profesional de dicha carrera tiene lugar en 1937, al crearse un grado académico para la obtención de la maestría de Psicología en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, iniciativa que habrá de convertirse en la base para crear la primera escuela de Psicología en México. A este momento podrá tomársele como el punto de partida de la Psicología como profesión y ciencia en nuestro medio.
En un principio, por impartirse la psicología sólo en la Facultad de referencia, los psicólogos se limitaban a trabajar como docentes en instituciones de enseñanza media. Empero, una vez que se crea la Escuela de Psicología de la UNAM, el campo de acción de dichos profesionistas se amplía a ámbitos como la orientación profesional y la psicología industrial.
Sin embargo, durante varias décadas se continuó relegando al psicólogo a tareas propias de un técnico, y no de un profesional. Se le restringía, así, al diagnóstico psicométrico (aplicador de pruebas), lo cual propiciaba que sus remuneraciones fuesen muy bajas.
Por razones diversas, al psicólogo mexicano no le era permitido prepararse en técnicas de psicoterapia, ni en las universidades, ni en las asociaciones que perseguían el objetivo de impulsar su superación profesional. Para ello se le exigía, por lo general, haber cursado la carrera de medicina, aspecto que limitaba su campo de acción.
El periodo comprendido entre 1960 y 1981 se distingue por un enorme auge de la psicología en muchos aspectos. Así, en diversas universidades del país se abre esta carrera, ingresando a ella una numerosa población estudiantil, y se generan nuevos campos de investigación y de aplicación de dicha ciencia.
Al promulgarse la nueva Ley de Profesiones y Servicio Social, se incluye por vez primera a la psicología como profesión, que requería de título y cédula profesional, y en consecuencia se le consideró susceptible de reglamentación en su ejercicio.
Situación actual de la psicología en México
En la actualidad, en el país existen alrededor de 40 instituciones de educación superior en las que se imparte la carrera de psicología.
Hacia 1995 había en México cerca de 16 mil estudiantes cursando dicha carrera, 12 mil de los mismos en instituciones públicas, y el resto en universidades privadas. En el año de referencia había alrededor de mil 133 profesores de psicología.
Entre las especializaciones que predominan en esta profesión están las de psicología clínica, psicología educativa, psicología clínica, psicología industrial, psicología experimental y psicofisiología.
En las universidades mexicanas se extienden los siguientes grados académicos:
a) Licenciado en Psicología (4 a 5 años de estudio);
b) Maestro en Psicología (dos años adicionales); y
c) Doctor en Psicología (dos años adicionales a la maestría)
Cada uno de esos grados académicos exige un trabajo de tesis.
En México existen las siguientes sociedades científicas de psicología:
1. Desde 1951, la Sociedad Mexicana de Psicología, que forma parte de la Sociedad Interamericana de Psicología y es miembro de la Unión Internacional de Psicología Científica.
2. Sociedad Mexicana de Análisis de la Conducta, desde 1976.
3. Sociedad Mexicana de Psicología Clínica.
4. Asociación de Psicólogos Industriales.
La Sociedad Interamericana de Psicología, aunque no tiene su sede en México, ha ejercido una influencia notable en la vida científica del país. Fundada en 1951, tiene miembros en América Latina, Estados Unidos y Canadá. Actualmente se prepara la formación de una "Unión Latinoparlante de Sociedades de Análisis y Terapia de la Conducta", en la que colaborarán sociedades de Latinoamérica, Canadá, España, Portugal, Francia, Italia y Bélgica.
Hoy en día se editan en nuestro país las siguientes revistas de Psicología: Revista de Psicoanálisis, Psiquiatría y Psicología, desde 1965; Revista Mexicana de Análisis de la Conducta, desde 1975, y la Revista de Enseñanza e Investigación en Psicología, también desde 1975.
En lo que concierne a la investigación en el campo de la psicología, a excepción de la UNAM, la mayoría de las universidades le han concedido muy poca importancia a esta área, aunque se vislumbran señales de que esta situación pronto se superar, tal como lo muestra la experiencia de la Facultad de Psicología de nuestra institución.
La Psicología es actualmente una disciplina sumamente útil para resolver y mejorar muchos problemas que tiene la complicada problemática humana. Quizás el aspecto más estudiado, tanto a nivel teórico como el práctico sea el clínico. La aplicación de la psicología a la educación; la psicoprofilaxis de situaciones críticas tales como la adolescencia, el parto, los duelos, la elección vocacional etc., constituyen terrenos sumamente propicios para el trabajo del psicólogo.
De colegio a Facultad de Psicología.
Al fundarse en abril de 1965 la Facultad de Filosofía y Letras de la UAP, uno de los colegios que la integraban era el de psicología (los otros eran los de historia, letras y filosofía).
Los fundadores de dicha Facultad decidieron crear la escuela de Psicología al considerar que ésta resultaba esencial para coadyuvar al desarrollo de los estudios humanísticos en la entidad, los cuales eran prácticamente inexistentes en ese periodo. Al mismo tiempo, pensaron que a través de dicha carrera nuestra institución podía contribuir a formar profesionistas que contribuyeran a dar respuestas a los grandes problemas y desafíos que se desprendían de la inserción del estado de Puebla en el vasto proyecto de industrialización que surge a nivel nacional a fines de los sesenta, del que se derivó la necesidad de formar a psicólogos —psicólogos industriales, clínicos, etc.— capaces de comprender las vicisitudes y complejidad de las sociedades industriales modernas, por un lado, y, por otro, a psicólogos que contribuyesen a resolver las necesidades planteadas por el desarrollo de la planta productiva.
Había, pues, una clara definición del perfil profesional del egresado de psicología. Lo que no existía era un plan de estudios adecuado, que correspondiese a dicho perfil, lo cual propició que durante los primeros cinco años de existencia del colegio se impulsaran diversos reajustes y modificaciones orientados a la búsqueda de la coherencia interna de las materias y a la delimitación de su extensión y profundidad.
La Reforma Universitaria abrió nuevos espacios democráticos y, sobre todo, delimitó nuevos caminos para la transformación académica. De este modo, poco a poco el colegio de Psicología se adentró por la senda del cambio, sin tropezones dramáticos. Entre los hechos que contribuyeron a que el colegio encontrara dicha senda destacan los siguientes: a mediados de los setenta se establece una separación académica entre los colegios que integraban la Facultad de Filosofía, lo cual permitió que cada uno de ellos resolviera de manera más adecuada sus problemas específicos. Por esos años, asimismo, las autoridades universitarias diseñan políticas encaminadas a profesionalizar la planta docente, mejorando los salarios y prestaciones. Del mismo modo, estimulan la consistencia interna de los planes de estudio, la elaboración de perfiles profesionales, y promueven la articulación entre la docencia, la extensión y la investigación.
En ese contexto, el colegio de Psicología reconoce la necesidad de transformar su plan de estudios, empero se le concede prioridad a la organización administrativa, creando las áreas social, educativa y clínica. En 1978 se crea la Academia de Maestros, con la finalidad de elaborar y discutir las políticas académicas y los contenidos curriculares de los programas.
La transformación del colegio en escuela, y posteriormente en facultad.
En los años ochenta surgen nuevos factores que obstaculizan el pleno desarrollo académico del colegio, entre los que sobresale el forcejeo constante de los docentes por lograr la supremacía política en el seno del mismo. Empero, tales obstáculos no logran frenar el anhelo de la comunidad por abrirle paso a un plan de estudios avanzado y moderno, promoviendo diversas iniciativas enderezadas a dicho objetivo. Entre las mismas, tenemos los trabajos "Notas para la fundamentación de un currículum alternativo del Colegio de Psicología", presentado por Enrique Recio A., y María Esther Martínez F., y el "Proyecto de revisión curricular del área social", elaborado por Rocío Oliveros H. Y Paulina Robles Cabral, que se presentaron en 1986.
Por otra parte, en febrero de 1987 la Academia de Profesores avala la integración de una comisión que se dé a la tarea de elaborar un proyecto de transformación del colegio, mismo que culmina en el proyecto "Análisis curricular para la transformación del colegio de Psicología".
En enero de 1988 inaugura formalmente sus actividades el Centro de Investigaciones en Psicología Social (CIPSO), que como parte de sus actividades publica en enero de 1989 el primer número de la revista “Alelon”.
En 1991, como resultado de la transformación de la Ley Orgánica de la UAP en Ley Universitaria —y del Estatuto correspondiente— el Colegio de Psicología experimenta una serie de transformaciones importantes, que contribuirán de manera decisiva a su consolidación académica. Así, el 2 de octubre del año de referencia, a solicitud del entonces director del Colegio, maestro Enrique Recio, el H. Consejo Universitario aprueba la propuesta de convertir a este centro de estudios en una unidad académica independiente, transformándose de esta manera en escuela. Pocos meses después, el 13 de mayo de 1992, el mismo H. Consejo Universitario aprueba la creación de la Maestría en Psicología Social, permitiendo así que la escuela de Psicología se convierta en facultad.
Paralelamente a esos avances, la Facultad experimenta cambios trascendentes que le permiten avanzar de manera notable en su desarrollo académico. Entre otras cosas se impulsa un nuevo plan de estudios para la licenciatura más coherente, actualizada y versátil, que incorpora las invaluables experiencias pedagógicas de la planta docente. Tal plan se pone en marcha en el segundo semestre de 1992.
Es de subrayar que, pese a los logros conseguidos, la comunidad de la actual Facultad de Psicología no "ha bajado la guardia" en cuanto a su afán de proseguir superándose académicamente. Por ello, existe consenso entre los miembros de la escuela acerca de la necesidad de revisar el plan de manera permanente, en aras de asegurar su vigencia.
Profesores que han ocupado la dirección de la Facultad de Psicología a partir de la separación de la Facultad de Filosofía y Letras 1992-1995. Psic. Enrique Recio Ávila quien es sustituido por el Psic. Manuel Muñoz y Vargas que concluye el periodo hasta marzo de 1996.
Por elecciones se designa al Psic. Rodolfo Espinosa Fuentes, para el periodo 1996-2000, en noviembre de 1996 por renuncia fue nombrado director interino el Psic. Arturo Meza Mijangos, cumpliendo un periodo de seis meses, ocupando su lugar el Psic. Fernando Turrent Rodríguez a partir de mayo de 1997 a febrero de 2000.
Por elecciones se nombra director al Psic. Fernando Turrent Rodríguez, para el periodo 2000-2004.
Por elecciones se nombra director al Psic. Alfredo Fernando Mauleón y Yunes, para el periodo 2004-2012.
Por elecciones se nombra director al Mtro. Vicente Andrés Martínez Valdés, para el periodo 2012-2020.
Actualmente a cargo de la Dirección se encuentra el Dr. José Luis Rodríguez Sánchez, para el periodo 2020-2024.
2018. Entrega el Rector Dr. Alfonso Esparza nueva sede para la Facultad de Psicología de la BUAP
A menos de un año de los daños causados por el sismo del pasado 19 de septiembre, los casi 3 mil estudiantes de la Facultad de Psicología de la BUAP cuentan con una nueva sede, el Edificio Silos, en 3 Oriente 1413. Cuenta con cuatro niveles, terraza, 25 aulas, sala de cómputo, biblioteca, cafetería, enfermería, áreas administrativas y de servicios, así como un elevador panorámico. Los espacios están amueblados y equipados, con luminarias led, sistemas de voz y datos, alarmas, detector de humos y sensores de movimiento, así como aire acondicionado en las aulas. El vestíbulo interior dispone de iluminación, a través de tragaluces. En su rehabilitación se respetó el acabado de los muros y el estilo arquitectónico original.
La biblioteca dispone de 15 mil 46 títulos y 11 mil 254 volúmenes, además de computadoras de acceso a diversas plataformas y tres bases de datos científicas de la American Psychological Association.
Por otra parte, el edificio conocido como Colegio San Jerónimo, en la 3 Oriente 403, seguirá siendo parte de las instalaciones de la Facultad de Psicología, el cual, una vez restaurado y adecuado con todas las medidas de seguridad, será destinado para el posgrado.
En compañía de funcionarios universitarios que se dieron cita en esta inauguración, el entonces director de esta unidad académica, Mtro. Vicente Martínez Valdés, externó su agradecimiento al Rector Alfonso Esparza, por la entrega de este inmueble funcional, acorde a las necesidades de la facultad.